El objetivo principal era alertar a los empleados acerca del comportamiento a tener en caso de encontrarse con una serpiente, no solo en el ambiente de trabajo, sino también en su vida cotidiana. La población de serpientes en Uganda es bastante elevada y especialmente en la zona de la central hidroeléctrica, operada por GPG desde 2012, se han avistado mambas negras, serpientes pitón y cobras.
El curso se llevó a cabo en dos sesiones: una teórica y una práctica, donde los asistentes tuvieron la oportunidad de tocar y coger serpientes reales.
El departamento de Seguridad y Salud incluyó esta actividad en el Plan de Formación anual debido a la mentalidad que los ugandeses tienen con respecto a las serpientes, y es que debido mayormente a creencias religiosas, si alguien se encuentra con una serpiente en su camino, intenta matarla a toda costa con el riesgo asociado de ataque por parte del reptil que eso conlleva.